En este libro se contemplan varios tipos de trabajos prácticos:
• Trabajos convencionales de laboratorio. En los que se requieren materiales disponibles en cualquier laboratorio de Educación Secundaria y que no son especialmente caros, tales como soportes, muelles, vasos, termómetros, reactivos de uso frecuente, etc. Como ejemplos, podemos citar el estudio del movimiento de una canica que desciende rodando por un plano inclinado, la ley de Hooke, el principio de Arquímedes, la determinación del calor específico del agua o la reacción entre el aluminio y el catión Cu(II).
• Prácticas caseras. Son trabajos prácticos que los alumnos pueden realizar fuera del laboratorio porque los materiales necesarios así lo permiten. Algunos ejemplos de estos trabajos son el estudio de la deformación de una goma elástica, la construcción y el empleo de un calorímetro para determinar el calor específico de un metal, la descomposición catalítica del peróxido de hidrógeno, el estudio de la corrosión del hierro, etc. En algunas de estas actividades prácticas se puede requerir el uso de material de laboratorio, tal como balanzas, probetas, dinamómetros o termómetros, por lo que algunas operaciones (por ejemplo, pesada o medida de volúmenes) las puede realizar el alumno en el laboratorio del centro escolar.
• Demostraciones. Son actividades que lleva a cabo el profesor, generalmente con la colaboración de algunos alumnos. Entre ellas, podemos mencionar la implosión de una lata de refresco, el experimento de la botella azul, el cañón de alcohol, la conservación de la energía en un péndulo, etc.